No lo decimos nosotros, lo puedes leer en El País, en El Diario, en Público y en otros periódicos: "Metro de Madrid ha encadenado en el año de su centenario un problema tras otro". No hay nada que celebrar en esta conmemoración.
A continuación hacemos un repaso rápido de los principales conflictos que mantiene abiertos y a la espera de solución:
Crisis del amianto. A pesar de que un juzgado ha constatado la relación directa entre el fallecimiento de dos trabajadores y la exposición al amianto, Metro continúa restándole importancia a la amenaza. De igual manera, demora la retirada del amianto y niega a sus trabajadores la realización de exámenes médicos para detectar posibles enfermedades relacionadas con este
Cierre de estaciones. Numerosas estaciones han sido clausuradas por obras sin dar información clara, con retrasos en las obras y sin fecha de reapertura.
Escasez de trenes y maquinistas. A pesar de que la demanda de viajeros ha aumentado, Metro de Madrid prescinde de maquinistas fijos y soporta una falta considerable de trenes.
Retrasos y aglomeraciones. Debido a lo anterior, los viajeros han tenido que sufrir agobios, esperas, calores y aglomeraciones de forma continuada.
Paros y huelgas. Maquinistas, trabajadores, personal de seguridad…casi todos los trabajadores de Metro han realizado en más de una ocasión paros y huelgas para denunciar.
Deterioro de las instalaciones. No es casual que cualquier incidencia imprevista (por ejemplo las inundaciones por las últimas lluvias) cause grandes problemas en las instalaciones de Metro, pues su mantenimiento se halla en abandono o muy mal gestionado.
Corrupción. Hace apenas unos días se ha hecho pública las investigaciones que vinculan a Metro Madrid con la trama púnica en una operación de amaño de adjudicaciones.
Y, por último, aunque hay otros muchos frentes abiertos que hacen del año del centenario de Metro el año del terror, queremos señalar que el conflicto que los comerciantes de Metro mantenemos con la entidad sigue abierto y sin soluciones.Es más, Metro de Madrid ha incumplido su propia "Ley de espacios asociados" al abrir negocios en locales donde obligaron a otros a cerrar con el argumento de que no cumplían la normativa (por ejemplo, en la estación de Ciudad Universitaria).
Esperamos que la nueva directiva apueste por buscar acuerdos y mejorar la gestión global de Metro de Madrid.